jueves, 6 de septiembre de 2012

Todo lo que empieza.. algún día habrá de terminar...

Hoy después de tanto tiempo vuelvo a este espacio y, pienso que… es algo curioso que uno necesite de ciertas situaciones para decidir volver a los refugios o a los espacios íntimos, pareciera que traen en la etiqueta “Rómpase en caso de emergencia” o, como en mi caso “cuando ya no se tiene otra salida”…  
Y precisamente de nuevo estoy aquí, en este lugar que construiste para los dos y en el que algún día fue nuestro refugio, para desahogar mis pensamientos y sentimientos convertidos en letras; me tome la libertad de hacerlo aquí por dos razones 1.- en honor a nuestra historia que como todo lo que empieza, algún día habrá de terminar y 2.- porque es un lugar que nadie conoce y éste sólo lo conocemos tu y yo, aparte del valor que nace del saber que existe la posibilidad de que jamás vuelvas a entrar y si entras habrá pasado mucho tiempo desde que escribí lo que a continuación fluye… Ayer por fin rompimos el cordón umbilical que nos unía, por fin ante tantas contrariedades hiciste algo que debiste hacer hace mucho tiempo atrás, cortar por lo sano, apagar toda posible zona que pudiera ser motivo de incendio, soplamos juntos las cenizas y permitimos que fuera el noble viento el que se las llevará… hoy estoy al otro de la pantalla suplicándote que me hables de ella, – como dirían los conocedores del tema de amores “echándole más sal a la herida” – en mi caso me resulta mejor terminar por resoplar lo poco que quedaba en mi, para poder mirarte sin ningún sentimiento amoroso de por medio y, entonces, ahora sí, comenzar de “0”, quiero que mi corazón soporte todo lo que el tuyo alguna vez tuvo que soportar, y convencerme de una vez por todas que esto sencillamente llego a su fin, además de que era obvio que no me esperarías toda la vida, el sólo hecho de pensarlo suena estúpido…
Recuerdo la última vez que nos miramos – cuando fuiste a mi casa ¿recuerdas? – estabas ahí tolerando mis quehaceres, tolerando mi vida y mis tiempos, mis decisiones e indecisiones, estabas ahí tan sólo mirándome con esos ojitos dulces y picarones que te distinguen entre muchos (la mayoría de los hombres con el tiempo van perdiendo esa luz que tus ojos irradian, van perdiendo los motivos que generan ese destello en la mirada los deseos de vivir, de correr, de experimentar, de tomarse riesgos) y adoro tanto mirarte a los ojos, tal vez porque veo en ellos esa lucecita que alguna vez reflejaron los míos y me alegro tanto por ti, por que se te ve el deseo innato de vivir!!...
Aquella ocasión recuerdo que creí que me besarías, en verdad lo deseaba pero… nada sucedió, ayer entendí porque y… te agradezco que no lo hayas hecho, porque me libraste de una herida más profunda que la que ahora tengo, ahora es sólo un rasguño que espero, pronto sane.
Cuando estoy cerca de ti o a través de mis letras te muestro mi cara “feliz” y créeme no soy falsa ya que precisamente así me siento por ti, aunque no puedo negar que duele, pero mi dolor no te lo muestro, sencillamente porque no es justo para ti, no es justo para esto que ahora deseamos forjar entre tú y yo; pero duele, duele mucho… el que ya no fuéramos cómplices no significaba que no sintiera por ti un profundo amor, el que las circunstancias me hicieran alejarme de ti, tampoco significaba que no me importarás, que no te pensará o que ya no te deseará, la verdad es que creo que la vida es muy justa y esta situación cayo como anillo al dedo, yo queriendo solucionar mi vida y tu llegando con la solución, cortando de tajo con todo aquello que pudiera resultar inquietante y que pudiera provocar descuido ante la finalidad del proyecto que ahora yo me he propuesto…   
No puedo sentirme mal para contigo, todo lo contrario, valoro mucho todo lo que has hecho por mí, lo mucho que has contribuido para hacer de mi una mejor mujer, y porque has aguantado cada golpe que el destino nos ha dado y has decidido continuar aquí, hemos decidido continuar aquí ambos, así que algo bueno ha resultado de tanto golpe –risas–, no me tomaré tiempo para continuar, como tu tampoco te lo tomaste cuando yo te dije que mi nuevo proyecto de vida constituía en luchar por lo que tengo en casa, mismo que tu aceptaste y diste frente con valentía, supongo que también hubo dolor y también lo toleraste y lo escondiste para darme fuerza, así yo también pienso hacer justicia y honor a todo eso que has hecho por mí, no pienso ser un obstáculo, ni tampoco un peso del que tengas que estarte preocupando, antes bien, seré la amiga leal que estará siempre que le necesites, para escucharte, para abrazarte, para levantar tu animo con mis ocurrencias, para hacerte enojar de vez en cuando y te despabiles –risas–, seré todo aquello que necesites para complementarte y para animarte, seré honesta y confiable, y sonreiré para que sonrías aunque por dentro ahora solo desee llorar.
Te amo mi precioso Angelito de la Guarda… y de todo corazón que te deseo todo lo mejor, y espero puedas en esta nueva faceta, conocer, aprender, disfrutar, experimentar, reír, llorar, gritar, extasiarte hasta quedarte sin aliento, abrazar, besar, amar, querer… mientras yo sólo seré espectadora, pero a la distancia brindaré por cada una de tus sonrisas y agradeceré a la vida por permitirme seguir aquí contigo…
Por siempre tuya.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario